domingo, 15 de octubre de 2017

Así, Deja de Mirar mi Tumba

Así como las palmeras,
Al pasar el viento por sus hojas,
Tiembla la pobre vieja,
Recordando el paso de los años moribundos,
Pensando en los nietos
Y sus nietos en ella,
Rogando por sus hijos,
Aquellos en el lodo.

El cruel presente de Adán
Marcaría el futuro de Eva,
Que danza ahora en una silla de ruedas,
Desafiando al tiempo
Y las alas que lo revelan.

Ahora abre sus ojos cansados,
Destrona las últimas despedidas del marido,
Pensando en correr detrás del ataúd,
Pero ya no puede, está amarrada,
Amarrada a su dulce silla,
Así como él se halla
2 metros bajo tierra.

El hijo menor la empuja
Sin cielos, sin brisas,
Mojando la bufanda,
Bañándola en lágrimas,
Justo ahora que miran la capilla,
La capilla central,
Y todos solo a ella la miran.

-Mira Ignacio, todos nos miran.
-Tranquila mamá,
Envidian nuestra tristeza.
Entonces la vieja sonríe.

-Así será María,
Así es Ignacio;
Deja de mirar mi tumba.