sábado, 28 de enero de 2017

Desde Enero


No la veo desde enero,
Es solo otra estrella,
Fugaz como las demás,
Pero con más encanto.

Siempre iba vestida de gala,
De pétalos de rosa;
Era mi musa,
También mi destrucción nuclear.

Se marchó,
Dejo la puerta abierta,
Yo espere un nuevo suspiro,
Pero jamás miro atrás.

Tengo miedo,
Miedo de volver a amar,
De amar como te amé a ti,
De morir de nuevo,
recordar en el olvido.

Dicen que los hombres no lloran,
Pero es mentira,
Los hombres también lloran,
Se mueren de pena,
Malgastan lágrimas
Y subyacen en la mañana.

La encontré en diciembre,
Cuando no valía la pena llorar,
Trate de ignorarla, la ignore,
Pero no pude evitar hablar.

Le pedí, que escondiera los botones,
Porque yo, ya no puedo besarlos,
Ni tratar de quitarlos,
Ni siquiera mirarlos,
Que dejara de usar vestidos rojos,
Que me diera un último beso,
Para poder olvidarla,
Para no tener que soñar,
Estaba cansado de esperar,
Ver como por la puerta,
Solo pasaba el invierno.

Al final, me beso,
No recuerdo más,
Desperté en el suelo,
En medio de todas sus blusas.

Jamás la volví a ver
Y solo la recuerdo,
El primer año de enero.

miércoles, 25 de enero de 2017

Vino Añejo


El tiempo pasa,
Las vidas se acaban,
El humo arrasa,
Y recupero la calma.
 
El reloj no avanza,
Un minuto que no pasa,
Son gotas de nada,
Reflejadas en mis canas.


En la barra,
Ya no se refleja el bar,
Ni simples botellas vacías,
Solo tristes sedas, de compostura blanca.


La biblia se ha quemado,
Esa sola, tirada en un costado,
Palabras, que se volvieron engaño,
Páginas, que mis manos han rasgado.


Botellas llenas de palabras,
De mi mente que fluye inmensa,
De los versos, que no pude pronunciar,
De las letras, que se ven en mis arrugas.


Como un vino añejo,
Mejoro con el tiempo,
Es infinidad, prefiero estar muerto,
Me cansa el maldito infinito,
Que solo acaba en sufrimiento,
En pesar, sin moverse el reloj.
 
Sigo hablando sin voz,
Con el peso del dolor,
Con mil vidas en mis ojos,
Con los años a mi antojo.


Hace décadas mi vino se acabó,
Simplemente lo he visto todo,
He dejado los cristales empañados,
Todos mis miedos, ya han pasado,
Los males de tu vida se han acabado.


Fluyen los ríos,
Se secan los mares,
Filtramos los lagos,
Olvidamos al sol,
Sus virtuosos rayos.


Estoy aquí solo,
Acompañado de un vino añejo,
De mis pasajeras canas,
De las desdichadas arrugas,
De la puerta a este bar,
Que, sin tiempo en la ciudad,
Ya nunca abre,
Solo cierra puertas ventanas
y cerrojos,
camino a mi corazón,
herraduras que no se han abierto,
pasajes de los que han muerto.


Pero mejor me callo,
Soy solo otro vino añejo,
Otro simple viejo,
Que ahora te está hablando.


He nacido, he vivido,
He muerto y he revivido,
He caído y me he levantado,
He tocado el fondo,
Para poder rozar el cielo.


He vivido,
He vivido bien,
Son muchos los que han muerto,
Pero más los que he visto nacer.

Puede que llegue mi fin,
Mi aventura, mi inspiración,
Me pierda en mis musas,
Y no vuelva sin razón.


Que se acabe este vino añejo,
Pero por suerte, acabe viviendo,
Con todo mi corazón.


Mil años de sazones,
100 vidas en canciones,
Poemas y versos,Son todo lo que os dejo.

sábado, 21 de enero de 2017

Quédate Hasta Mañana



Hoy llegaste a mi casa,
Como siempre triste
Y atropellada,
Cansada,
Cansada de tanta injusticia,
Cansada de tanto dolor,
Sufrimiento de las calles,
Consuelo del sufrimiento,
Sufrimiento del consuelo,
La mirada del rico,
No es más que la mirada de alguien,
Que por mucho que lo intente no piensa,
Pobre de alma,
Corazón
Y mente,
Falta el dinero,
Para mantener vivo el fuego de la chimenea,
Porque ya no usan leña,
Las tarjetas de crédito dan más chispa
Y las colillas de las multas,
Agregan sabor a la llama.

Me regalas tus noches,
Me regalas tus mañanas,
Tus acogidas
Y despedidas,
Quédate hasta mañana,
Déjame pagarte con calor,
Con el calor que solo otro cuerpo te puede dar,
Déjame ser,
El que te haga olvidar el alba
Que no cubre el ocaso,
Déjame ser tu almohada,
En la cama de la soledad,
En la vida del olvido,
Déjame vivir en el placer,
Que solo me brinda tu perfume,
Tu delicado pero refinado cuerpo,
Solamente quédate hasta mañana,
Veras como se queman las deudas
En nuestros cuerpos.