lunes, 5 de diciembre de 2016

Dos Amores y el Calor de la Noches (El Abrazo del Frio)



La tristeza se apodera de las estrellas, el sol adueñándose de la noche, las nubes ya no son un sinónimo del día y la luna tampoco sale de noche, el resplandor de sus ojos se apodera de mi mirada, la suavidad de su piel, se apodera de todas mis caricias.

En el día la luna me acompaña, el silencio es mi pastor, las curvas de tu sonrisa, me guían hasta tu cuerpo, al esplendor de tu blusa, a la extraña duda que encuentro en sus miradas.

En la noche me guía el sol, me empujan las estrellas, me arrastran las nubes, con timidez llego a su ventana, me deslumbra tal belleza, pero lo que más me gusta son sus palabras, como lloraste, en tan iluminada noche, tus ojos, tu pelo, tu delicada voz.





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