viernes, 2 de diciembre de 2016

Viaje, Al Infierno



Lentamente iba conociendo,
Mi pasaje al infierno.

La conocí en un bar de media noche,
Iba solo de negro,
Me recordaba a mi primera novia,
La borrachera nos hacía ver doble,
La veía dos veces,
Dos veces la besaba,
Es una rosa indescriptible,
Una flor tan fría,
Que quemaba,
Tan caliente,
Que me enamoraba.

Acabo la noche
Y el sol del infierno calcinaba,
Ella es mi pecado capital,
Mi traición a dios.
Desperté en una cama,
En medio de las llamas,
Oía su voz,
Deseaba que la siguiera,
Eran unas escaleras en forma de caracol,
Cada piso que bajaba,
Era una razón más para no volver al cielo,
Tras cada puerta,
Otra tentación.

Me dijo que, si me quedaba,
Sería su rey,
El dueño de todos sus pecados,
Acepte, nos quemamos en la eternidad.

Solo era mi imaginación,
Se acabó el sueño,
Abro los ojos
Y está a mi lado,
Desnuda encima del colchón,
Solo podía recordar su voz en mi mente,
Ella no olvido ni una palabra;
Pagamos el cuarto
Y nos despedimos.

Hasta la próxima noche.

Acabo susurrándome al oído,
“El próximo fin de semana nos volveremos a ver”.

Esa noche no Volvimos del Infierno.

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