Estaba en el bar,
Sentado al otro lado de la barra,
Al otro lado estaba ella,
Esperando que su caballero llegara.
Tenía un gin-tonic
Al que le daba pequeños sorbos,
De vez en cuando me miraba, pensaba venir,
La acababa de ver y ya quería estar a su lado
Estábamos en Colombia,
Pero no sonaba la típica música de diciembre,
Eran solo tangos y boleros,
De repente ella se acerco
Y me invito a bailar.
Yo no sabía bailar,
Nunca lo había intentado,
Jamás me habían invitado
Y tampoco le había tomado la mano a nadie.
Ella insistía,
La invite a un trago
Y la entretuve un momento;
En vez de ir yo por ella,
Ella vino por mí,
Sin embargo,
No le temía a los prejuicios.
E interesante,
Un cabello rubio,
Que me recuerda a la seda,
Por su suavidad.
Sin darme cuenta,
Me abrazo,
Me tomo la mano
Y me saco a la pista.
No sabía qué hacer,
Simplemente seguí su paso.
Justo en el momento,
Qué llegamos al centro,
Pudimos bailar,
Por suerte como yo esperaba,
Se habían apagado las luces
Y sin miedo,
La bese.
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