El sol quema mi piel, la endurece, la seca,
me deja sin aliento, mientras mi alma intenta prevalecer en medio de una
inmensa llanura, intenta encontrar un oasis, una pizca de amor, porque el sol
es todo lo contrario a ti.
Preferiría que fueras un sol, una maldita
estrella, en vez de esta hermosa figura que ciega mis ojos, funde mi alma y se
lleva mi corazón, porque ardes más que el fuego y matas más que mil espadas.
Una asesina de almas y ladrona de corazones,
una luna en su lucero, siempre llevándose todas las miradas, halagos y
bullicios, ¿Cuantos amantes han pasado por tus manos?, tarde o temprano te
cansaras de tantas aventuras, porque con el corazón no se juega y menos con los
sentimientos.
Sentimientos son los que cada día te regalan,
regalos de cientos de corazones, ignorados, mal humorados, despechados, ya no
bombean sangre, solo sudor, la angustia del ¿por qué?, ¿cómo? y ¿cuándo?,
siempre esperando una respuesta, que parece nunca llegara, llegara a la sombra
, a arruinar las heridas, a matizar las cicatrices, rojo, rojo de la pasión, de
nuestro corazón.
Sigo intentando cruzar el desierto sin una
gota de agua, sudor, ni lágrimas, porque el vació que en mi dejaste, solo se
reparara con el agua de tu amor, si el hueco en mi pecho solo es llenado con tu
corazón, bastaría para calmar las llamas que produzca nuestro cielo, porque
ahora arderán de pasión y no de dolor.
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