Ahora ya no se encuentra esa montaña de cadáveres,
solo huesos a mi alrededor, por fin puedo ver el mar que se esconde tras el
horizonte, no ha llovido en días y la piel que me recubre se va cayendo a
pedazos, las estrellas de la noche ya no me brindan consuelo, mi familia, mis
amigos y todo el pueblo, ya no existen, solo se ocultan tras las ruinas que ha
dejado la ciudad, que generan en mi mente millones de penumbras.
Ya no queda ni un rastro de esperanza, todo a
muerto, todo se fue con mi sangre, quiero acabar ahora mismo con este
sufrimiento, no siento dolor alguno en mi cuerpo, porque todo se ha almacenado
en mi alma, mi corazón y las pupilas, intento saber si quiero morir por mi
familia o por mi patria, que de un día para otro me fueron arrebatados, ante
mis propios ojos masacrados, para luego dejarme en este lugar el resto de mis días.
Todas sus voces nacen en mis oídos, creo que
me he vuelto loco, loco de amor, loco por tus ojos que cada día me observan,
pero que no me brindan ninguna ayuda. Por fin veo el final veo la luz al final
del túnel y el fantasma de tu nombre me acompaña, veo que eres más bella en
persona, el dolor desaparece y me despierto entre tus brazos, tan suaves, tan
dulces, ahora sí puedo morir en paz.
Dios bajo de su trono y aunque las voces
siguen en mi cabeza ya no son tan fuertes, porque tus labios las calman y por
fin, después de tanto tiempo me voy al cielo, para estar por siempre al lado
tuyo, la mujer más bella el mundo, que hechiza mis noches de silencio y cautiva
cada día mis ojos.
Te amare,
Te amare Por siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario